16 de Febrero de 2014 - VII Domingo del Tiempo Ordinario - CicloA
(Preparan la misa el grupo de confirmación - catequistas Mª Carmen)
1. MONICIÓN DE
ENTRADA
Muchas
veces escuchamos que “Dios es amor”. Y es verdad. La señal de los cristianos y,
la verdad de los hijos de Dios, es que se ha de basar y notar en el amor que
ofrecemos. Y no solamente con aquellos que congenian con nosotros, también con
otras personas que –aún no siendo amigos- hemos de ofrecerles nuestro aprecio o
cercanía.
¿Por qué? Porque
ser hijos de Dios implica también darnos a los demás con todo el corazón y con
todo nuestro ser.
2. PENITENCIAL
2.1. Por las
veces en que amamos a unos pocos y olvidamos de tener un corazón abierto a
todas las personas. Señor, ten piedad.
2.2. Por olvidar
que, Dios, ante todo y sobre todo es amor gratuito. Cristo, ten piedad
2.3. Por
cerrarnos en nuestros propios intereses, amigos y caprichos. Señor, ten piedad.
3. MONICIÓN A
LAS LECTURAS
Las lecturas que
vamos a escuchar en este domingo nos habla de una gran realidad: Dios está por
encima de todo y, como fuente de bondad, no sabe ofrecer sino amor. La santidad
de Dios debe de ser la meta de todo cristiano: ser perfectos como El. Pidamos
al Señor que nos ayude a descubrir el rostro de Dios en los que nos rodean.
Levítico 19,1-2.17-18 /Salmo 102,1-4.8-13/
1ªCorintios 3,16-23 / MATEO 5,38-48
4. ORACIÓN DE
LOS FIELES
4.1. Por la
Iglesia. Para que pregone la santidad de Dios en medio de un mundo mediocre y
frágil. Roguemos al Señor.
4.2. Por los que
aman a su manera. Por los que se creen perfectos y, a veces, hasta más
poderosos que el Señor. Para que busquen en la humildad el servicio a los
demás. Roguemos al Señor.
4.3. Por los que
viven enfrentados. Por los pueblos enemigos. Por los que sólo buscan conflictos
y recordar viejas contiendas entre las personas. Para que trabajen por la paz.
Roguemos al Señor.
4.4. Por los que
han olvidado que Dios les quiere. Por los que mueren sin esperanza. Roguemos al
Señor.
5. OFRENDAS
5.1. Con esta cartulina impresa de los grandes conflictos
que existen en el mundo, queremos ofrecer al Señor nuestro deseo de trabajar
por la unión y la paz de todos los pueblos.
5.2. Con esta bandeja de ALGODÓN queremos simbolizar
la bondad eterna y permanente de Dios en el mundo. Que no olvidemos que, sin
amor, la vida del hombre es un fracaso.
5.3. Con el pan y con el vino, traemos hasta el
altar nuestros esfuerzos y nuestros trabajos por buscar siempre más lo que nos
une que lo que nos separa.
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