Las 8 estrategias de la prensa para exagerar los abusos sexuales en ámbitos católicos
La ONU
ha vuelto a azuzar con su informe del Comité para los Derechos del Niño
el debate en torno a la pederastia en el seno de la Iglesia católica:
pisa terreno abonado y hace llover sobre mojado
Empezó
en 1992, ha persistido durante casi dos décadas y en 2008 alcanzó su
máximo apogeo con la embestida directa al Papa Benedicto XVI. Hablamos
de los escándalos de abusos sexuales por parte de algunos sacerdotes en
el seno de la Iglesia católica.
Ahora
la ONU con las acusaciones vertidas este miércoles, 5 de febrero, en su
informe del Comité para los Derechos del Niño afirma que la Iglesia no
ha hecho nada para paliar esta lacra, que además, pareciera que
solamente afecta al Vaticano.
Esta
confrontación está alejada de toda racionalidad, no persigue la
búsqueda de la verdad, sino un relato acusador y dañino. Para
construirlo la ONU apela a la memoria colectiva que algunos medios de
comunicación han ido creando en el estado de opinión de la sociedad en
torno a la Iglesia. Para ello se acude a:
1.- La reiteración y el equívoco
Se acusa a la Iglesia de no haber hecho nada sobre esta cuestión. Es falso.
Se acusa a la Iglesia de no haber hecho nada sobre esta cuestión. Es falso.
De
hecho la Iglesia es la única gran organización que trata con menores
que ha adoptado medidas decisivas. Ningún gobierno de ningún país ha
hecho nada parecido, a pesar que la lacra es mucho mayor en los centros
públicos. Nadie más lo reconoce públicamente.
Ningún
periódico ha pedido jamás la cabeza de un ministro de educación o un
secretario general por esta causa. La Iglesia desde 1983 ha establecido,
revisado y ampliado normas, adoptado decisiones públicas de gran
dureza, como con el padre Maciel, la Iglesia ha suspendido sacerdotes,
cerrado parroquias, aportado dinero sin obligación judicial. ¿Quién
puede decir lo mismo? Con mucho menos motivo ha hecho mucho más.
Todo
esto no significa menospreciar los delitos que se hayan cometido, sino
situarlos en su contexto real. La pederastia es una maligna tentación
humana. Si practicáramos el método descrito, los españoles, aparecerían
como unos pedófilos, empedernidos. No digamos ya los maestros y
profesores. Pero sabemos que unos y otros son personas normales, con
excepciones.
Pues
bien, esa excepcionalidad en la Iglesia es todavía mucho mayor, y al
presentarla como si fuera lo contrario, se comete una gran injusticia.
La
realidad sacerdotal es otra: cuando en el lugar más remoto y violento,
la ONU, y las ONG abandonan el territorio, los misioneros, las monjas,
permanecen. Centenares de ellos mueren cada año por esta causa. En el
lugar más cercano, cuando el pobre o el desesperado, busca ayuda, acude a
una parroquia. Cientos de miles de familias de aquí confían sus hijos a
escuelas católicas. Son millones en el mundo. Así continuará siendo,
sin que los escándalos sobre la pederastia les afecten, porque confían
en la Iglesia y en sus sacerdotes. Esa es la realidad. Juzgarla exige
medirlo todo y medirlo bien.
2.- La acumulación
Remontándose a 1940, se acumulan denuncias para aportar la cifra de 4.000 sacerdotes pederastas en Estados Unidos.
Remontándose a 1940, se acumulan denuncias para aportar la cifra de 4.000 sacerdotes pederastas en Estados Unidos.
Hay
otra forma más honesta de presentar la cifra. En aquel país de 300
millones de habitantes con más de 2,5 millones de escolares y 763.000
universitarios en centros católicos, y 20.000 parroquias, se han dado a
lo largo de medio siglo, algo menos de 8 denuncias de pedofilia
sacerdotal al año (y bajando).
En
Alemania, también denuncias, y no juicios ni sentencias, solo el 0,037%
de las formuladas los últimos 15 años corresponden a sacerdotes. Es
decir el 99,96% de los pedófilos son seglares. ¿A nadie se le ocurre
preguntar en qué creen ese 99,96%?
3.- La agregación
En acumulación de datos del área anglosajona, caso de Irlanda, se mezclan los abusos sexuales, con el bofetón o el insulto para hinchar cifras de “abusos”.
En acumulación de datos del área anglosajona, caso de Irlanda, se mezclan los abusos sexuales, con el bofetón o el insulto para hinchar cifras de “abusos”.
4.- La concentración del foco
Philip Jenkins, profesor de Historia y Estudios Religiosos de la Universidad de Pensilvania, afirma que se concentra el foco en los católicos prescindiendo de lo que ocurre en otras confesiones, y sobre todo en los maestros y profesores.
Philip Jenkins, profesor de Historia y Estudios Religiosos de la Universidad de Pensilvania, afirma que se concentra el foco en los católicos prescindiendo de lo que ocurre en otras confesiones, y sobre todo en los maestros y profesores.
Otro
estudio, realizado durante los primeros seis meses del 2002, lo
constata: Los 61 mayores periódicos de California publicaron 2.000
historias sobre posibles casos de pedofilia de sacerdotes por solo 4
acerca de abusos en escuelas públicas, a pesar de ser abrumadoramente
más numerosos según los datos oficiales.
5.- Muerte a la presunción de inocencia
Todo sacerdote denunciado es culpable para la BBC, periódicos como el The New York Times y buena parte de la prensa anglosajona. También en medios españoles como El País, la SER, El Periódico, entre otros, o públicos como TV3 y Catalunya Ràdio. Se limitan a repetir los mismos relatos surgidos de las mismas fuentes sin ningún afán de hurgar en los hechos. ¿Pereza periodística o leña al mono?
Todo sacerdote denunciado es culpable para la BBC, periódicos como el The New York Times y buena parte de la prensa anglosajona. También en medios españoles como El País, la SER, El Periódico, entre otros, o públicos como TV3 y Catalunya Ràdio. Se limitan a repetir los mismos relatos surgidos de las mismas fuentes sin ningún afán de hurgar en los hechos. ¿Pereza periodística o leña al mono?
Se habla de denuncias como si fueran sentencias, se ignoran las absoluciones y las causas archivadas.
La
diócesis de Los Ángeles publicó en Febrero del 2004 un informe sobre
104 denuncias: 43 de los incriminados habían muerto, otros habían
abandonado el sacerdocio. De los 16 que sí permanecían solo 4, el 25%,
se enfrentaban a juicio. En un conocido informe en relación a la
diócesis de Boston, Deal Hudson, afirma: “Solo 4 de los más de 80
sacerdotes etiquetados por los medios de comunicación como “pedófilos”
son en realidad culpables de abusar de niños pequeños”. El 5% de las
denuncias. Y así se podría seguir.
6.- La ocultación del papel de la homosexualidad
Una buena parte de las denuncias por pederastia corresponden por la edad del afectado a relaciones homosexuales.
Una buena parte de las denuncias por pederastia corresponden por la edad del afectado a relaciones homosexuales.
Según
la Congregación para la Doctrina de la Fe, a la que llegan los casos
diocesanos más graves, el 60% corresponden a relaciones homosexuales, el
30% con mujeres, y solo el 10% son de naturaleza pedófila.
En
España se asume, impasible el ademán, la regulación civil legal vigente
que permite las relaciones sexuales entre un adulto y un mayor de ¡13
años! En España la ley es generosa con el pederasta y casi nadie
protesta. Lo que en el área anglosajona sería un delito grave, en España
no lo es.
7.- La mentira
Se propaga que la Iglesia condena a excomunión a las víctimas que denuncian el delito, cuando en realidad establece lo contrario en la instrucción de “Crimen Solicitacionis“ de 1962 (actualizada en la revisión del Código Canónico de 1983 “Delictis gravioribus”).
Se propaga que la Iglesia condena a excomunión a las víctimas que denuncian el delito, cuando en realidad establece lo contrario en la instrucción de “Crimen Solicitacionis“ de 1962 (actualizada en la revisión del Código Canónico de 1983 “Delictis gravioribus”).
También
se ha prodigado que el Papa Benedicto XVI “tapó” el caso del cura
pedófilo Murphy. Denunciado en 1975, su caso fue archivado por la
justicia por falta de pruebas, aunque la diócesis lo apartó de sus
tareas por prudencia. 20 años después el caso viajó a Roma junto con
otros y en relación a tema de naturaleza canónica: la posible
vulneración del sacramento de la confesión.
Pero
incluso en este segundo hecho, el entonces Cardenal Ratzinger no
intervino. ¿Cuál es la base para acusar a Benedicto XVI? Ninguna pero el
The New York Times y sus palmeros han llenado páginas con todo ello.
La
implicación del celibato sacerdotal con la pederastia es otro ejemplo.
La literatura científica señala que no existe ninguna relación. Una de
tantas referencias puede encontrarse en el estudio “Sexual Abuse in
Social Context: Clergy and Other Professional”. A pesar de ello se
insiste como si la concomitancia fuera cierta.
8.- Fuera de contexto
El efectismo se multiplica al eliminar todo contexto. En España un estudio de 1994 del doctor Félix López, encargado por el Ministerio de Asuntos Sociales, señaló que los abusos a menores cometidos por maestros y profesores afectaban al 23% de las niñas y al 10% de los niños.
El efectismo se multiplica al eliminar todo contexto. En España un estudio de 1994 del doctor Félix López, encargado por el Ministerio de Asuntos Sociales, señaló que los abusos a menores cometidos por maestros y profesores afectaban al 23% de las niñas y al 10% de los niños.
El
Departamento de Educación de Estados Unidos consideraba el 2004 que
entre el 3,5% y el 6% de los alumnos habían sido objeto de una actuación
sexual inadecuada por parte de sus profesores, cifra coincidente con la
encuesta oficial del 2003 que sitúa el dato en el 6,7%.
Si
los sacerdotes católicos hubieran actuado igual, y considerando solo
las escuelas, el número de casos en los últimos 50 años debería haber
sido de unos 225.000 a 300.000 para igualar el ratio de los seglares,
pero solo fueron 4.392, es decir sesenta veces menos.
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