1. MONICIÓN DE
ENTRADA
Muy buenos días a todos: ¡sed bienvenidos a nuestra parroquia
en el DIA DEL SEÑOR!
Con alegría, con paz, con confianza, estamos aquí delante de
Jesús, un domingo más.
Estamos aquí como los ciegos y cojos y enfermos del
evangelio, que sabían que Jesús podía curarles y darles ánimo y esperanza para
vivir. Por eso hemos venido, por eso nos queremos acercar, con nuestras
debilidades, a aquel que nos da su fuerza y nos invita a caminar junto a
él.
Demos gracias a Dios
por esta Eucaristía. Es un gran regalo que, no todos, sabemos valorar lo
suficiente.
Queremos dar gracias a
Dios, además, por nuestra familia, por la fe, por la esperanza y porque,
nuestros catequistas y sacerdotes, nos ayudan a ver las cosas como Dios quiere.
Con este deseo empezamos nuestra celebración.
2. PENITENCIAL
2.1. Por las veces en las que no estamos ciegos para cosas
inútiles y, por el contrario, no valoramos otras más esenciales. SEÑOR, TEN PIEDAD
2.2. Porque, otras veces, olvidamos que DIOS nos puede
hacer muy felices y nos vamos por los caminos de la falsedad o de la
mediocridad. CRISTO, TEN PIEDAD
3. MONICIÓN A LAS LECTURAS
En la 1ª lectura vamos a escuchar como el profeta
Jeremías recuerda con emoción cómo el pueblo de Israel, abandonado y
dispersado, se volverá a reunir un día en torno al Señor.
En la 2ª lectura escucharemos las palabras solemnes de la
carta a los cristianos hebreos, donde se nos dice que todo se resume en un
anuncio: Jesucristo es nuestro sacerdote, nuestro único camino hacia Dios.
Finalmente
el Evangelio nos dice que es la fe es lo que mueve a Bartimeo a acercarse a
Jesús pidiendo ayuda, y sólo por esa fe Jesús le responderá con amor
devolviéndole la vista. El ciego no sólo recobra la vista, sino también la
capacidad para seguirle por el camino, y es que toda su vida ha quedado iluminada
tras el encuentro con Jesús de Nazaret.
4. ORACIÓN DE LOS FIELES
4.1
Tengamos un recuerdo especial por el Papa
Francisco. Que nunca se canse de animar a la iglesia para que, los hombres,
abran bien los ojos y puedan ver en la vida diaria la presencia del Señor. Roguemos al Señor.
4.2. Por este nuevo curso que acabamos de empezar,
para que todo el esfuerzo de sus frutos en forma de compromisos. Roguemos al Señor.
4.3. Por todos los que estamos aquí reunidos, y todos los que componemos la catequesis de la
parroquia; a nuestros catequistas; a nuestros sacerdotes y a nuestros padres,
pidamos para que todos ellos nos enseñen a ver con buenos ojos las enseñanzas
de la Iglesia. Roguemos al Señor.
4.4. Recemos también, por los ciegos. Por los que tienen tantos bienes
materiales que olvidan y no ven los espirituales. Para que Dios les lleve por
el camino de la luz verdadera. Roguemos al Señor.
4.5. Por Por los
ciegos, inválidos, por todos los que sufren alguna discapacidad y por las
personas y organizaciones que trabajan al servicio de ellos. Roguemos al Señor.
4.6. Finalmente, y ante la fiesta cercana de Todos los
Santos y Todos los Difuntos, pidamos a Jesús que nos superemos a nosotros
mismos; que no olvidemos a los que han fallecido y que necesitan de nuestras
oraciones. Roguemos al Señor.
1.
OFRENDAS
5.1. Queriendo
simbolizar, nuestro deseo de ver y de seguir a Jesús, traemos hasta el altar
estas GAFAS. Son las gafas de la fe;
con ellas podemos ver el más allá; la vida que nos espera; el rostro de Jesús.
5.2 Con estas VENDAS queremos dar gracias a Jesús
porque, EL, nos cura. Nos alegra cuando estamos tristes. Nos levanta cuando
caemos. Nos alimenta en cada Eucaristía.
5.3. Finalmente, traemos la ofrenda que más gusta al Señor: el PAN Y EL VINO. Quiere representar el
esfuerzo de nuestros padres, catequistas, amigos y sacerdotes para que
descubramos el amor que Dios nos tiene.
6. MONICIÓN, FINAL
Para terminar, escuchemos unas palabras del Papa
Francisco:
No hay comentarios:
Publicar un comentario