viernes, 23 de octubre de 2015

MISA DOMINICAL-30ª T ORDINARIO

25 de Octubre de 2015  -  XXX T Ordinario Ciclo B

(Preparan la misa el grupo de confirmación - catequista - Amaya y Miriam )

1.     MONICIÓN DE ENTRADA

Muy buenos días a todos: ¡sed bienvenidos a nuestra parroquia en el DIA DEL SEÑOR!
Con alegría, con paz, con confianza, estamos aquí delante de Jesús, un domingo más.
Estamos aquí como los ciegos y cojos y enfermos del evangelio, que sabían que Jesús podía curarles y darles ánimo y esperanza para vivir. Por eso hemos venido, por eso nos queremos acercar, con nuestras debilidades, a aquel que nos da su fuerza y nos invita a caminar junto a él. 
Demos gracias a Dios por esta Eucaristía. Es un gran regalo que, no todos, sabemos valorar lo suficiente.
Queremos dar gracias a Dios, además, por nuestra familia, por la fe, por la esperanza y porque, nuestros catequistas y sacerdotes, nos ayudan a ver las cosas como Dios quiere.
Con este deseo empezamos nuestra celebración. 

2.     PENITENCIAL

2.1. Por las veces en las que no estamos ciegos para cosas inútiles y, por el contrario, no valoramos otras más esenciales. SEÑOR, TEN PIEDAD

2.2. Porque, otras veces, olvidamos que DIOS nos puede hacer muy felices y nos vamos por los caminos de la falsedad o de la mediocridad. CRISTO, TEN PIEDAD

2.3. También pedimos perdón porque, a menudo, corremos detrás de lo que el mundo nos ofrece y no contemplamos la belleza que Jesús nos da. SEÑOR, TEN PIEDAD

3.      MONICIÓN A LAS LECTURAS

En la 1ª lectura vamos a escuchar como el profeta Jeremías recuerda con emoción cómo el pueblo de Israel, abandonado y dispersado, se volverá a reunir un día en torno al Señor.
En la 2ª lectura escucharemos las palabras solemnes de la carta a los cristianos hebreos, donde se nos dice que todo se resume en un anuncio: Jesucristo es nuestro sacerdote, nuestro único camino hacia Dios.
Finalmente el Evangelio nos dice que es la fe es lo que mueve a Bartimeo a acercarse a Jesús pidiendo ayuda, y sólo por esa fe Jesús le responderá con amor devolviéndole la vista. El ciego no sólo recobra la vista, sino también la capacidad para seguirle por el camino, y es que toda su vida ha quedado iluminada tras el encuentro con Jesús de Nazaret.

Jeremías 31,7-9 /Salmo 125,1-6/ Hebreos 5,1-6/  MARCOS 10,46-52


4.     ORACIÓN DE LOS FIELES

4.1 Tengamos un recuerdo especial por el Papa Francisco. Que nunca se canse de animar a la iglesia para que, los hombres, abran bien los ojos y puedan ver en la vida diaria la presencia del Señor.  Roguemos al Señor.

4.2. Por este nuevo curso que acabamos de empezar, para que todo el esfuerzo de sus frutos en forma de compromisos. Roguemos al Señor.

4.3. Por todos los que estamos aquí reunidos, y todos los que componemos la catequesis de la parroquia; a nuestros catequistas; a nuestros sacerdotes y a nuestros padres, pidamos para que todos ellos nos enseñen a ver con buenos ojos las enseñanzas de la Iglesia.  Roguemos al Señor.

4.4. Recemos también, por los ciegos. Por los que tienen tantos bienes materiales que olvidan y no ven los espirituales. Para que Dios les lleve por el camino de la luz verdadera.  Roguemos al Señor.

4.5. Por Por los ciegos, inválidos, por todos los que sufren alguna discapacidad y por las personas y organizaciones que trabajan al servicio de ellos. Roguemos al Señor.


4.6. Finalmente, y ante la fiesta cercana de Todos los Santos y Todos los Difuntos, pidamos a Jesús que nos superemos a nosotros mismos; que no olvidemos a los que han fallecido y que necesitan de nuestras oraciones. Roguemos al Señor.

1.     OFRENDAS

5.1. Queriendo simbolizar, nuestro deseo de ver y de seguir a Jesús, traemos hasta el altar estas GAFAS. Son las gafas de la fe; con ellas podemos ver el más allá; la vida que nos espera; el rostro de Jesús.
5.2 Con estas VENDAS queremos dar gracias a Jesús porque, EL, nos cura. Nos alegra cuando estamos tristes. Nos levanta cuando caemos. Nos alimenta en cada Eucaristía.
5.3. Finalmente, traemos la ofrenda que más gusta al Señor: el PAN Y EL VINO. Quiere representar el esfuerzo de nuestros padres, catequistas, amigos y sacerdotes para que descubramos el amor que Dios nos tiene.

6. MONICIÓN, FINAL

Para terminar, escuchemos unas palabras del Papa Francisco:

Queridos hermanos, nuestra vida, a veces, es parecida a aquella del ciego que se ha abierto a la luz, a Dios y a su gracia. A veces, lamentablemente, es un poco como aquella de los fariseos: desde lo alto de nuestro orgullo juzgamos a los demás, y ¡hasta al Señor! Hoy, estamos invitados a abrirnos a la luz de Cristo para llevar fruto a nuestra vida, para eliminar los comportamientos que no son cristianos, para caminar decididamente sobre el camino de la santidad. Ella tiene su inicio en el Bautismo. De hecho también nosotros hemos sido “iluminados” por Cristo en el Bautismo, para que, como nos recuerda san Pablo, podamos comportarnos como “hijos de la luz” con humildad, paciencia, misericordia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario