(Preparan la misa el grupo de 2º de Comunión - catequistas Asun y Saray )
1. MONICIÓN DE
ENTRADA
La Cuaresma son
cuarenta días para ver y juzgar nuestra vida, para caer en la cuenta dónde
estamos, para darnos cuenta de nuestro bien y de nuestro mal, para dejar atrás
lo que no tiene importancia y preguntarnos por lo esencial, para que nuestra
vida gire y cambie el sentido, para ser mejores.
Vamos a prestar atención,
en la celebración de hoy, a nosotros mismos. Tenemos que fijarnos en como somos
y pensar: “NO TE DEJES LLEVAR, SÉ TU MISMO, SÉ TU MISMA”.
Todos los
cristianos debemos reflexionar y pensar en nuestra vida, en como somos, en qué
nos preocupa, qué sentimos y qué decidimos.
2.
PENITENCIAL
2.1. Es el tiempo de
hacerse preguntas para el camino: ¿Cómo soy? ¿Dónde me encuentro yo ahora? ¿Me
dejo llevar por lo que me apetece hacer o pienso cada cosa y si está bien o
mal? SEÑOR,
TEN PIEDAD.
2.2. Hay dos cosas que las personas solemos hacer: Una es
la de no reconocer y aceptar nuestros propios límites y la otra, dejarse llevar
por lo que piensan y hacen los demás. ¿Cómo lo vivimos nosotros? CRISTO, TEN PIEDAD.
2.3. ¿Dedico
tiempo y atención a rezar y encontrarme con el Señor… ¿En qué cosas de las que
hizo Jesús tengo que fijarme y llevarlas a mi vida?... SEÑOR, TEN
PIEDAD.
3. MONICIÓN A LAS LECTURAS
Hoy,
si miramos al mundo, hay muchas complicaciones y situaciones que nos asustan.
Las lecturas que vamos a escuchar son una llamada a ver y sentir a Dios como
Alguien que nos elige, nos conduce y nos saca de la esclavitud. Para ello es
necesario que confesemos, frente a toda tentación, que Jesús es el Señor y que
la Iglesia es un altavoz por el que lo escuchamos y lo vamos conociendo.
Atendamos en este primer domingo lo que el Señor nos dice.
Génesis 9,8-15 /Salmo 24,4-9/ 1ª Pedro 3,18-22/ MARCOS 1,12-15
4. ORACIÓN DE
LOS FIELES
4.1 Por nuestra Iglesia. Para que como Madre no deje de rescatarnos siempre
que haga falta, de las garras del error y de la mentira. Roguemos al Señor.
4.2. Por los que nos
ayudan a descubrir a Jesús. Para que el Espíritu les anime y, sobre todo, no
caigan en la tentación de pensar que lo que hacen no sirve de nada. Roguemos
al Señor.
4.3. Por los que gobiernan nuestro país y nuestra tierra. Para que sean
respetuosos con las creencias de los católicos. Para que no caigan en la
tentación de pensar que son dueños de nuestras conciencias y de nuestras vidas.
Roguemos al Señor.
4.4. Por todos los que estamos aquí reunidos. Para que NO nos dejemos vencer
por el mal. Para que NO nos creamos todo lo que la televisión, la prensa o los
medios de comunicación nos dicen sobre la iglesia, la fe o sobre el mismo
Señor. Roguemos al Señor.
4.5. Finalmente,
pidamos al Señor, que todos los días cuando nos levantemos o acostemos,
recuperemos el gusto por la oración y demos gracias a Dios por la vida, la fe y
su amor. Roguemos al Señor.
5.
OFRENDAS
5.1. SEÑAL DE CAMBIO
DE SENTIDO – Señor hemos iniciado el camino
hacia la Pascua. Ponemos en nuestro camino de la Cuaresma la señal de cambio de
sentido y eso es lo que vamos a hacer con nuestra vida gracias a tu ayuda.
5.2. Corazón en cartulina
blanca – Te presentamos este corazón que
ahora está en blanco, en este camino hacia la pascua, en las misas de hoy y de
los próximos domingos vamos a ir rellenando este corazón alimentados por tu
Palabra.
5.3. PAN Y VINO – Te ofrecemos Señor el Pan
Y el Vino, sin la Eucaristía sería muy difícil mantener viva nuestra fe. Te
damos gracias Señor.
que pise fuerte, sin vacilar jamás,
mostrando siempre dominio de las situaciones,
de las gentes, de mí mismo.
Me dicen que escriba mi nombre
con letras hermosas en tarjeta noble,
que la impresión es lo que cuenta y
hay que lucir estilo, títulos, rango y riqueza.
Me dicen que me cerciore de tener todo bien atado,
de asegurar el futuro,
de dominar el presente,
para así vivir al límite.
Pero llegas tú y te ríes de esos consejos,
y me dices que, desde arriba, no se ve a las personas,
que escriba mi nombre en las horas regaladas,
en las puertas abiertas de mi vida,
en las manos ofrecidas para apoyar al próximo.
Llegas tú y descolocas mi orden,
y me dices que salte al vacío.
Y me recuerdas que es en los sencillos,
los mansos, los pequeños y los pobres donde está la Vida sin límite.
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