(Preparan la misa el grupo amarillo ganador de las pruebas de juegos)
JORNADA
MUNDIAL Y COLECTA POR LA EVANGELIZACION DE LOS PUEBLOS DOMUND
1. MONICIÓN DE ENTRADA
Pidamos hoy al Señor que, al
escuchar su Palabra y al acogerle en la Eucaristía, nos haga más fuertes en la
fe y en el amor a los demás; que esa fe y amor se extiendan hacia todos los
hombres y pueblos; y que así podamos hacerles llegar la alegría de Dios: la de
compartir el Evangelio de Jesús.
2. PENITENCIAL
Buenos días a todos y
bienvenidos a esta celebración de inicio del curso de la catequesis. Aquí
estamos los que la formamos. Estamos todos y somos muchos. Nos alegramos.
Hay cosas que no las
podemos hacer solos o que, al menos, se hacen mejor en grupo. Como por ejemplo
jugar; aprender algunas asignaturas... Pues
bien; también se hace mejor en grupo rezar y celebrar la fe cristiana. La
Eucaristía es una celebración de la comunidad, no la puede hacer uno solo.
Vamos a poner de nuestra parte, vamos a atender, participar, hablar con Dios,
vamos a comprometernos en este nuevo curso a ser más amigos de Jesús.
Hoy, estaremos atentos de
una manera especial, puesto que celebramos el DOMUND, la jornada de ayuda a todos los misioneros del mundo que
llevan, con sus manos y con su corazón, el amor de Jesús y la fe de Dios a
tantos lugares de la tierra. Este año con el lema “Renace la alegría”, que nos invita a compartir la alegría del
Evangelio con todos nuestros hermanos y hermanas.
En este día, además, se
celebra en Roma la beatificación de Pablo
VI, de él vamos a recordar su famosa invitación: “Conservemos la dulce y
confortadora alegría de evangelizar”, que el papa Francisco ha retomado muchas veces.
2.1. Perdónanos porque no miramos a los demás como
Tú nos has enseñado, siempre con amor y alegría. SEÑOR TEN PIEDAD
2.2. Perdónanos porque durante las vacaciones, no
siempre hemos contado contigo. CRISTO TEN PIEDAD.
2.3. Perdónanos, Señor, porque hemos visto a
personas que han necesitado nuestra ayuda y no se la hemos dado. SEÑOR TEN
PIEDAD.
3. MONICIÓN A LAS LECTURAS
Como todos los domingos las lecturas nos
invitan a seguir a Jesús. Hemos de ser valientes: O con Dios…o sin Dios. ¿Qué
es mejor? Sólo la fuerza del Espíritu Santo hará posible que sintamos de verdad
la presencia de Jesús y, es entonces, cuando sabremos distinguir entre lo que
agrada a Dios y entre lo que pretende el mundo de nosotros. Escuchemos.
Isaias 45,1.4-6 /Salmo 95,1-5.7-10/ 1ª Tesalonicenses 1,1-5b
/ MATEO 22,15-21
4. ORACIÓN DE LOS FIELES
4.1. Por el
papa Francisco, los obispos, los sacerdotes y todos los que trabajan en las
parroquias, para que, como el beato Pablo VI, fomenten una Iglesia fraterna,
alegre y misionera. Roguemos al Señor.
4.2. Por los
cristianos y las comunidades cristianas, para que renazca la alegría del
encuentro con Jesús y de llevar el Evangelio a los demás. Roguemos al Señor.
4.3. Por los misioneros
y misioneras, para que su alegría sea imitar a Jesús, dándose a los demás. Roguemos
al Señor.
4.4. Por nosotros, para que en este nuevo
curso de catequesis tengamos ilusión y alegría y la sepamos contagiar a los
demás con la ayuda de Jesús. Roguemos al Señor.
4.5.
Para que en este día del DOMUND seamos generosos con la necesidad de todos los
misioneros que se juegan la vida por llevar el Evangelio. Roguemos al
Señor
5. OFRENDAS
5.1. CARTEL DEL DOMUND Con el cartel del DOMUND: “RENACE LA ALEGRÍA”
manifestamos en este día la alegría de ser cristianos y el deseo de que Jesús
sea conocido y amado en todo el mundo.
5.2.
MEDICINAS:
Te presentamos Señor estas medicinas. Ojala el hombre gastara menos en armas
para matar y más en medicinas para curar a los enfermos. Nosotros los cristianos
también debemos ser como las medicinas: remedios que curen las heridas de los
demás.
5.3. PAN Y VINO: Un cristiano, por mucho que quiera hacer, si no está
al lado de Dios, se queda a mitad de camino. Llevamos hasta el altar el PAN Y
EL VINO. Que nunca falten sacerdotes que hagan posible las veces de Cristo y
nunca nos falte el alimento de la Eucaristía.
6. ORACIÓN, FINAL
Virgen
y Madre María,
ayúdanos
a decir nuestro “sí”
ante
la urgencia, más imperiosa que nunca,
de
hacer resonar la Buena Noticia de Jesús.
Intercede
por la Iglesia,
para
que nunca se encierre ni se detenga
en
su pasión por la actividad misionera.
Ayúdame
a brillar
en
el testimonio de la comunión,
de
la fe ardiente y generosa,
de
la justicia y el amor a los pobres,
para
que la alegría del Evangelio
llegue
hasta los confines de la tierra
y
ninguna periferia se prive de su luz.
Madre
del Evangelio viviente,
manantial
de alegría para los pequeños,
ruega
por nosotros. Amén.
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