sábado, 28 de febrero de 2015

MISA DOMINICAL - 2ª CUARESMA

1 de Marzo de 2015  -  Domingo II de Cuaresma - Ciclo B

(Preparan la misa el grupo de 1º de Comunión - catequistas Nuria y Pili )

1.     MONICIÓN DE ENTRADA

Buenos días a todos:
En el camino hacia la Pascua iniciamos hoy la segunda etapa del camino que iniciábamos la semana pasada en el desierto, cuando Jesús fue tentado por el diablo y en la que hicimos un cambio de sentido a nuestra vida.

Se trata de un recorrido por etapas que hacemos con Jesús, viviendo con Él y como El, estos días anteriores a su muerte y resurrección.

Hoy contemplaremos a Jesús, que con el grupo de sus amigos preferidos, sube al monte Tabor y allí les ocurre algo fantástico: Descubren a Jesús como el Hijo de Dios.

Lógicamente quieren quedarse allí, quieren seguir descansando, pero Jesús les señala que hay que seguir el camino y que lo que les espera va a ser duro y difícil.

Los cristianos, por tanto, debemos seguir a Jesús y querer a los demás siempre: cuando las cosas van bien y cuando llegan las dificultades.

2.     PENITENCIAL

2.1. La relación con las personas con las que vivo, es para mí un regalo, un don, ¿Dedicamos el tiempo suficiente y buscamos las ocasiones para que sepan que les quiero? SEÑOR, TEN PIEDAD

2.2. Dios es para nosotros un regalo... ¿Estamos  atentos al amor que Dios nos da? ¿Nos preocupamos por vivir según lo que sabemos de Dios?  CRISTO, TEN PIEDAD

2.3. La vida es un regalo cotidiano, desde que nos levantamos hasta que nos acostamos. ¿Agradecemos las sonrisas que recibimos, las ayudas que nos dan, las palabras de cariño...? SEÑOR, TEN PIEDAD


3.      LECTURAS


Génesis 22,1-2.9-13.15-18 /Salmo 115,10.15-19/ Romanos 8,31b-34/  MARCOS 9,2-10



4.     ORACIÓN DE LOS FIELES

4.1 Por la Iglesia. Para que nos haga descubrir lo mucho que Dios nos ama. Para que nos abra sus puertas y podamos siempre gozar en el silencio de la paz del Señor. Roguemos al Señor.

4.2. Para que seamos solidarios con personas cercanas o lejanas que sufren la indiferencia ante su situación de hambre, pobreza e injusticia.  Roguemos al Señor.

4.3. Para que vivamos el ayuno de la cuaresma recordando a las personas que no tienen lo necesario frente al consumismo que nos rodea. Roguemos al Señor.

4.4. Para que no nos olvidemos de rezar y encontrarnos con Dios, sobretodo en este mundo que tan difícil lo hace.  Roguemos al Señor.

4.5. Por nuestras parroquias y comunidades. Para que pensemos que, la misa de los domingos, es el momento en el que Dios nos habla y nos fortalece. Roguemos al Señor.



5.     OFRENDAS

5.1. SEÑAL AREA DE DESCANSO Padre, esta señal indica que hay una zona en la que podemos hacer un alto en el camino. También en nuestro camino hacia la Pascua podemos hacer ese descanso, un respiro para poder contemplar la obra de Dios y admirarla, y así fortalecernos para seguir nuestra travesía.

5.2. TROZO DE CORAZON Seguimos transformando nuestro corazón. Al principio estaba todo blanco pero ya va cambiando. Gracias al alimento de la Eucaristía y de la palabra de Dios vamos fortaleciéndolo y transformándolo en un corazón mejor.

5.3. PAN Y VINO – Con el pan y el vino traemos hasta el altar nuestro deseo de no perdernos ni un solo domingo la Palabra de Dios que nos salva y nos sana. Háblanos, Señor, y que nunca nos cansemos de celebrar tu presencia.


6.     ORACIÓN, FINAL

Párate y contempla.

La majestad no está en los gestos de orgullo,
en la mirada altiva o el ceño fruncido.

No está en la puerta infranqueable
o en la adulación cortesana.

Tampoco en la altura de los rascacielos
o la privacidad de los accesos exclusivos.

No está en las cenas de gala, la alta costura,
la joyería fina o los gastos suntuosos.

La majestad poco tiene que ver con protocolos
que encumbran al poderoso y ningunean al débil.

¿Dónde, entonces?

En un rey sin trono, palacio o ejércitos.

Sin cuenta corriente, sin otro techo que el cielo.

Un rey sin más ley que el amor desmedido,
sin más cetro que sus manos desnudas,
gastadas ya en tanta caricia, en tanta lucha,
por tanto tirar de los derrumbados.
Sin otra atalaya que la cruz, y en ella,
el perdón por bandera, la paz por escudo,
y la justicia, inmortal,
como apuesta eterna.



No hay comentarios:

Publicar un comentario